Periodiquito 3 Abril 2011

VIDA PARROQUIAL

ANIMO A LAS CANDIDATAS. Saludo, felicito y animo a nuestras a nuestras bellas y hermosas candidatas a las fiestas patronales de San Antonio de Padua. Linda de la Nopalera, Mayra de Majadas, Mary de la Estancia, Itzi de Maravillas,  y Juanita del Colesio.

CUIDEMOS NUESTRAS COMUNIDADES. Es cierto que a veces personas de fuera pueden causarnos daño, pero lo peor de todo es cuando nosotros mismos nos cusamos daño o con nuestra indiferencia lo vamos permitiendo o incluso promoviendo. Por favor, no vedamos tabaco ni alcohol a menores de edad aunque perdamos un peso. Evitemos los narco corridos, jamás busquemos un pleito y si vemos que hay peligro evitémoslo. Por ningún motivo nos entremos a una casa que no sea la nuestra a tomar cosas ajenas.

   Si hay alguien que no le gusto la escuela,  a trabajar, la calle y la flojera es muy mala consejera. Si evitamos estos y otros males estaremos viviremos en paz y evitaremos dolores de cabeza.

HUMOR. El padrecito pedía limosna en la iglesia y a cada persona le decía: “Dios se lo pague, Dios se lo pague. Pero algunos malintencionados decían que lo que el padrecito decía era: “Para mi volswagen, para mi volswagen” jjejeje

 

HOMILIA DOMINICAL

1sam.1,6-7; Sal.22; ef. 5,8-14; Jun. 9,1-41

   CRISTO ES NUESTRA LUZ

   Los  que tenemos la dicha de ver, nos damos cuenta de lo hermoso que es la luz de los ojos.

   Sucedió que un hombre ciego, que se sentía con culpas, pues se consideraba la ceguera como fruto del pecado. A guitado, sentado en el camino, pidiendo limosna.

   Al encontrarse con Jesús, que es la Luz del mundo, la vida le cambió, su manera de ver y experimentar a Dios. Reconoció  a Jesús como Señor, se sintió liberado de culpas, amado y aceptado por el Señor. Se postró y adoró al Jesús.

   Cambió su manera de ver a los demás ahora los ve como hermanos, anuncia la Palabra de Dios, platica, se siente contento. 

   Hermano tú y yo, por el bautismo somos hijos de la Luz, llevamos la vida de Cristo en nuestro corazón, renovemos nuestra alegría de se de Cristo y poder convivir comprometidos en una comunidad de hermanos. P. Rey